Todo lo que necesitábamos escuchar sobre el 8 de marzo

Queridas amigas:

Espero que no me toméis a mal que me dirija a vosotras con cierta confianza aunque no nos conozcamos personalmente. Y es que, pese a eso, aquí estamos juntas, habitando un espacio común que nos enaltece y nos hunde a partes des-iguales.

Hay algo de ancestral cuando una mujer habla con otra de tú a tú, en el ambiente que sea. Cuando las máscaras se caen, la competitividad hacia la que nos empuja la sociedad desaparece y los sufrimientos se comparten. Estas conversaciones tan sanadoras están formadas de palabras dichas, susurradas, reídas o gritadas; pero también de sonidos, música, melodías o imágenes.

Lo que pretendo con esta carta no es otra cosa que conversar de todo y de nada, como antaño con mi abuela, cuando en casa yo hacía punto de cruz mientras ella hacía ganchillo. Si cerrara los ojos y me teletransportara a esas tardes con cada una de vosotras, dejaría caer, como que no quiere la cosa, que una vez me colgaron una letra escarlata que casi me hunde para siempre en un pozo sin fondo. Y sin duda vosotras asentiríais con pesar, sabiendo lo que supone que a una le carguen (o se cargue) con las expectativas de la sociedad: si cometes una infidelidad eres una zorra y no hay más, si no tienes un cuerpo normativo eres una gorda y no hay más, si no tienes hijos no eres mujer del todo y no hay más, si has sufrido violencia machista, algo habrás hecho y no hay más.

Pero entre palabra y palabra, entre mujer y mujer, alguna levantaría la voz. Ese referente, esa que explica, esa que muestra que no estás sola, esa que igual está siendo más valiente que tú y que, exponiendo su propia intimidad ante el mundo, es capaz de crear una coraza donde cabéis tú, ella y todas las demás. Y eso hemos querido conseguir en Dáteme Cultura con el regalo que os traemos para este día 8 de marzo y para todos los días en los que os apetezca escucharlo, escucharos y escucharnos: una lista de reproducción de mujeres para mujeres cocinada a fuego lento donde se reúnen todas las palabras que en algún momento una necesita escuchar y que, en demasiadas ocasiones, se desconocen o se olvidan. Cuánto me gustaría viajar atrás en el tiempo y tener una charla con Rocío para saber que sí, que “si ya no siento nada al hacerlo contigo”, tengo que decirlo; ojalá haberme cruzado con Zahara y saber que no, que “no puedo estar ahí dejándome hacer con tal de que acabe de una vez”; ojalá haber conocido a Rosalía “todas esas veces que cambié lo mío por lo que tú querías” o haber tenido la fuerza de gritar que “no quiero más dramas en mi vida” y es que aunque hoy no podamos celebrarlo como nos gustaría, que no os quepa la menor duda: “las mujeres se están rebelando y los hombres no saben qué hacer”, ya lo decía Julieta Venegas.

Desde Dáteme Cultura, esperamos de corazón que estas palabras os arropen y que esta lista de reproducción os acompañe durante mucho tiempo.

Os abrazo.

Os abrazamos.

Sandra y el Equipo de Dáteme Cultura.

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